Durante el último año, hemos observado una notable tendencia a la baja en el níquel LME, alcanzando su punto más bajo interanual. Esta trayectoria ha impactado significativamente los precios del acero inoxidable, que ahora han regresado a niveles comparables a los mínimos del año pasado.
A medida que avanzamos hacia un período marcado por posibles cambios en la política económica de EE. UU., la próxima elección introduce variables críticas para los mercados de productos básicos. El resultado de la elección podría redirigir el flujo de efectivo de regreso a las materias primas o mantener altas tasas de interés, aplicando más presión a la baja en los precios de los bienes esenciales. Ambos escenarios tienen el potencial de moldear la estructura de costos y la demanda en nuestra industria a corto y mediano plazo.
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